La bienvenida de Moisés, una hermosa lección de vida para todos la familia
Acoger a un niño supone un gran trastorno para nuestras familias de acogida voluntarias. Todas coinciden en que los niños les aportan mucho, más que ellas a los niños. Este es el caso de Nadège y sus hijos Camille (19), Alice (16) y Maria (9), que acogieron al pequeño Moïse en su casa durante 2 meses. Con sólo 5 años, este pequeño burkinabé fue para ellos un ejemplo de valentía y sabiduría.
El 20 de noviembre, Moïse, de 5 años, aterrizó en el aeropuerto de Nantes tras 5 horas de vuelo desde su Burkina Faso natal. A pesar de su nuevo entorno y de la barrera del idioma, dejó rápidamente a un lado su timidez para sonreír a los 4 desconocidos que habían venido a recogerle y que iban a convertirse en su familia de acogida.
Esta estancia en Francia es sinónimo de una nueva vida para Moïse, que acudió al Hospital Universitario de Nantes para que le operaran de su tetralogía de Fallot. Tras numerosos exámenes médicos, que el pequeño pasó sin rechistar, fue operado con éxito dos semanas después de su llegada. Durante toda su estancia en el hospital, Moïse no dejó de impresionar a su familia de acogida por su fuerza y su valor.
"Naturalmente, estaba muy preocupada por Moisés en el momento de la operación. Esta foto suya de médico es importante y simbólica para mí. Es un niño pequeño que siempre ha contenido sus ansiedades. Era muy pequeño. Tenía 5 años pero parecía de 3, ¡y sin embargo tenía una mente increíble! En el momento en que se tomó esta foto, acababan de operarle pero aún no se mantenía erguido. Desde que era muy pequeño le han hecho revisiones médicas del corazón, así que interpreté su orgullo y su mirada traviesa en la foto como una forma de mirarme con el pulgar en la nariz. Era como si me dijera: "No tienes que preocuparte por mí, ¡ya estoy mejor y hasta puedo hacer de médico!
Nadège, la madre de acogida de Moïse
Una vez recuperado, Moïse pudo volver con su familia de acogida el 23 de diciembre, ¡justo a tiempo para celebrar la Navidad! Tras varias semanas de convalecencia, Moïse demostró un gran interés por aprender. Empezó a hablar francés, descubrió el mar y pasó muy buenos momentos con sus hermanos y hermanas. Sobre todo con María, la más joven de la familia, con la que forjó un vínculo muy fuerte.
Tras una última consulta postoperatoria positiva, ha llegado el momento de que Moïse regrese a su hogar en Burkina Faso.
"En el momento de la salida, gracias a él, no derramé ni una lágrima. Estaba preparado para marcharse y comprendía muy bien la situación. ¡Incluso fue él quien me tranquilizó!
Nadège y sus hijos guardan un maravilloso recuerdo de esta acogida. Este pequeño de 5 años les habrá dado una gran lección de vida.
